Intenta dormir cuando tu bebé lo haga. Sabemos que no es fácil, ya que quizás tienes que avanzar con otras cosas pendientes. Sin embargo, haciendo este esfuerzo, podrás recuperar energías para atenderlo mejor y disfrutar cada segundo.
Evita abrigar mucho a tu bebe. Así, evitarás que traspire mucho o que se asfixie.
Baña a tu bebé en la noche, para que el agua caliente lo relaje y pueda dormir mejor.
Haz que duerma con poca luz, para que sepa asociar la oscuridad con la hora de dormir.
No olvides vacunarlo. Así evitarás futuras enfermedades e infecciones.
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